martes, 7 de octubre de 2014

Un viaje moderno en Metro

A nosotros nos parecería un método muy extraño, pero lo cierto era que así lograban aglutinar increíbles cantidades de personas en horas de congestión. Simplemente agrupaban a toda la gente en una masa compacta. Se mezclaban torsos, brazos, piernas... todo en un sólo paquete de carne uniforme. Lo único que permanecía intacto eran las cabezas, cosa que nadie perdiera su individualidad, quedaban estas flotando en las orillas de la masa de carne y así todos podían respirar. El único problema era al momento de salir, pues era frecuente que las personas salieran con las piernas o los brazos de un desconocido.

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