A nosotros nos parecería un método muy extraño, pero lo cierto era que
así lograban aglutinar increíbles cantidades de personas en horas de
congestión. Simplemente agrupaban a toda la gente en una masa
compacta. Se mezclaban torsos, brazos, piernas... todo en un sólo
paquete de carne uniforme. Lo único que permanecía intacto eran las cabezas, cosa
que nadie perdiera su individualidad, quedaban estas flotando en las
orillas de la masa de carne y así todos podían respirar. El único
problema era al momento de salir, pues era frecuente que las personas
salieran con las piernas o los brazos de un desconocido.
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