De repente salió un gusano del suelo y empezó a comerlo todo. Intentaron
pisarlo, pero se comía a quienes lo pisaban. Se hizo tan inmenso que
devoraba edificios completos. Un día se iba a comer a un niño, pero este
le preguntó: "¿Porqué comes tanto?", entonces el gusano, que ya se
había vuelto inteligente de haber comido tantos hombres, respondió: "Es
que quiero tenerlo todo". Y el niño dijo: "pero si ya lo tienes todo".
Entonces el gusano comprendió, súbitamente vomitó todo lo que había
comido y volvió a ser un gusano pequeño.
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