Esto lo escribí hace un tiempo, ahora me nace la necesidad de compartirlo...
Un guerrero kollellaullin(kona mapuche), es aquel que se prepara a sí mismo para defender a su comunidad, su familia, su cultura y a la naturaleza de amenazas externas. Algo así como parte de un sistema inmunológico.
Un guerrero se prepara físicamente para fortalecerse a sí mismo afirmándose en lo instintivo, lo más básico y natural de sí mismo, con el sentido de desarrollarlo al máximo de sus posibilidades con el fin de descubrir otras cosas. Desde abajo hacia arriba, de lo más denso a lo más sutil.
Un guerrero trabaja su físico para superar sus propios límites, los que se ha impuesto mentalmente por falta de conocimiento o ignorancia de sí mismo. Trabaja lo físico para manejar los elementos de la materia. Trabaja su voluntad para superar sus miedos y vivir plenamente. Desarrolla la tenacidad para cumplir sus objetivos, que como misión debe irlos alineando con la comunidad. Llega a darse cuenta que con entrenamiento y práctica le es posible conseguir cualquier cosa, lo que quiera. Luego debe ser responsable con eso, siempre teniendo en cuenta como meta estar al servicio de la comunidad. Debe hacer lo que la vida le dice que haga y para eso debe purificarse y fortalecerse para estar bien atento a los mensajes que le da la vida.
Afirmándose en lo instintivo y en las capacidades físicas que va desarrollando, el guerrero se va sintiendo cada vez más seguro de sí mismo, va adquiriendo la confianza de que todo lo que necesita lo puede obtener dentro de él mismo.
Comienza a manejar la materia, trabajando con elementos como piedras, pesos, coligües, cuerdas, troncos, etc. y con su propia materia, su fortaleza física y su habilidad para mantenerse ágil, liviano, con sentido de equilibrio. Ese es su entrenamiento en lo material, que debería traducirse en que logra administrar sus recursos (económicos y de energía), lo que produce y lo que gasta, con maestría y con sentido de equidad. Su desarrollo en lo físico se relaciona con el manejo de lo concreto, elemento tierra.
Luego de su manejo (maestría) en lo físico, comienza a desarrollar su manejo en lo emocional (simbólicamente las aguas), debe fortalecer su temple, hacer lo que tiene que hacer a pesar de sus naturales disturbios emocionales. No dejar que el miedo lo paralice, que la ira lo vuelva ciego, que la tristeza lo contenga, que la pasión lo desborde o que la euforia lo intranquilice, debe aprender a mantenerse tranquilo pese a lo que esté pasando por afuera. Eso le permitirá administrar bien sus energías, no desgastarse. Convertir sus emociones a través del entrenamiento. Saber que las cosas requieren esfuerzo, requieren sudor, energía (agua). Aprender a nadar y manejarse en el agua. Calmar sus propias aguas para tenerlas como reserva de energía disponible.
Su trabajo en el aire, en un aspecto físico en el entrenamiento se relaciona con colgarse, saltar, permanecer en el aire, todos aquellos ejercicios en que despega los pies del suelo, en donde se proyecta y se suspende en el aire, tanto hacia adelante como para atrás. En un sentido de trabajo interno es aprender a liberarse de preconceptos, ideas, introyectos, cosas que no le sirven y no lo dejan vivir libremente. Re-educarse a través del desarrollo de su sabiduría, templando su mente y su manera de pensar hacia el pensamiento positivo, centrado, enfocado, confiado. Cada vez que realice sus ejercicios lo hará en silencio por dentro, atento a cada detalle, con la mente enfocada en lo que está viviendo en ese instante, el presente. Si trabaja bien, comenzará a sentirse más tranquilo, lo que visualice en su mente lo logrará concretar. Esto lo empieza a entrenar cuando antes de hacer un ejercicio lo visualiza mentalmente, recorre todo lo que va a hacer y cómo quiere que le salga y luego lo ejecuta. De la práctica dinámica, del resultado que esto genere se va corrigiendo, haciéndolo una y otra vez hasta que lo alinie con su visualización mental, aceptando sus límites y lo que le queda por trabajar.
Su fuego lo trabajará en el equilibrio que le dará a la intensidad y la calma dentro de su entrenamiento. La capacidad para moverse serenamente entre movimientos intensos, fuertes, rudos por afuera hacia momentos pasivos, de calma y lentos. Mantener su fuego interno encendido debe ser su trabajo. Quemar lo que no le sirve, sin provocar incendios. Templar su propio cuerpo entre el fuego que produce su entrenamiento intenso y el agua, donde le da fortaleza material a su cuerpo, a través de la transpiración y la ducha fría una vez que terminó.
Una vez que haya dominado los cuatro elementos de la naturaleza, que están en si mismo, en su propia naturaleza y los que están por afuera, podrá convertirse en Mago. Mago es aquel que domina los elementos de la naturaleza (tierra, agua, aire, fuego) de manera equilibrada y equitativa, y es capaz de hacerlo porque los domina en sí mismo. Manejando el equilibrio dinámico de esos cuatro aspectos en sí mismo, descubrirá la magia de la vida, la magia de la armonía, la magia del equilibrio. Lo que le permitirá experimentar lo que está más allá de su persona, lo que siempre ha tenido, pero que no se ha dado cuenta. Lo que ES más allá de sus formas que cambian en el espacio y en el tiempo.
El Guerrero se convierte en Mago.
El Pudú se convierte en Manke (cóndor).